¡Bienvenidos a nuestros consejos de actividad física en el trabajo dedicados a explorar la fascinante intersección entre el ejercicio y la productividad! Hoy, nos adentramos en el mundo del ejercicio y su profundo impacto en nuestra capacidad de concentrarnos, pensar con claridad y llevar a cabo tareas de manera eficiente. Específicamente, revelaremos la evidencia científica que respalda la afirmación de que solo 30 minutos de ejercicio pueden mejorar significativamente la productividad. Además, te proporcionaremos consejos prácticos sobre cómo integrar STRONG30 en tus rutinas y/o en las de tus estudiantes o clientes potenciales para maximizar sus beneficios. Vivimos en un mundo acelerado y necesitamos adaptarnos de diferentes formas para ser efectivos y competitivos como entusiastas del fitness y profesionales.
Primero, entenderemos la ciencia: Hay una investigación realizada por la Universidad de Western Ontario (Canadá) que involucró a dos grupos de voluntarios sanos, quienes fueron divididos en dos tareas: algunos se sentaron a leer un texto de un libro, mientras que otros completaron 10 minutos de ejercicio moderado y vigoroso en una bicicleta estática. Después de la actividad, los participantes fueron evaluados en su tiempo de reacción en una prueba de movimiento ocular cognitivo, diseñada para desafiar las áreas cerebrales responsables de la función ejecutiva, como la toma de decisiones o la inhibición. Los resultados publicados en la revista "Neuropsychologia" mostraron que las respuestas después de someter el cuerpo al ejercicio fueron más precisas y los tiempos de reacción fueron más cortos, aumentando el rendimiento cognitivo hasta en un 14 por ciento. La mejora se relacionó con el aumento del flujo sanguíneo o el factor neurotrófico derivado del cerebro (BDNF), lo que podría facilitar la actividad en la corteza prefrontal. Se ha demostrado que el ejercicio estimula la liberación de sustancias químicas como la dopamina, serotonina y norepinefrina, que son conocidas por mejorar el estado de ánimo, la concentración y la función cognitiva. El ejercicio regular ayuda a reducir los niveles de cortisol, la hormona del estrés, lo que conduce a una reducción de la ansiedad y una mejor gestión del estrés, que son cruciales para mantener la productividad. Aumenta el flujo sanguíneo y la entrega de oxígeno al cerebro y los músculos, lo que resulta en un mayor nivel de energía y alerta. El ejercicio promueve el crecimiento de nuevas células cerebrales y fortalece las conexiones neuronales, lo que conduce a una mejora en el aprendizaje, la memoria y las habilidades para resolver problemas. Esto es entre tantos otros beneficios para nuestro cuerpo y cerebro.
Pero, ¿cómo podemos probar esto? Si no se mide, no se demuestra, ¿verdad? Así que te daremos consejos para empezar a sentir el impulso de productividad tú mismo y posicionar esta clase a nuevos clientes potenciales:
1- Descanso del almuerzo: Este tiempo se puede utilizar de manera más inteligente, en lugar de desplazarse por el teléfono, una clase de STRONG30 puede ser una mejor opción para recargar nuestras mentes y cuerpos. Se ha demostrado que los empleados que hacen ejercicio durante el almuerzo son más productivos por la tarde que aquellos que hacen una siesta, comen y descansan, o no hacen nada. ¡30 minutos de actividad física seguidos de una buena comida es la mejor pausa energética!
2- Mañanas milagrosas: Comenzar el día con este impulso tendrá un impacto directo en nuestro metabolismo, estado de ánimo y atención. Levantarse 30 minutos antes de lo habitual y hacer una clase virtual de STRONG30 puede cambiar el juego. Ofrece tus clases en línea en vivo a través de Zoom, y/o una opción On Demand en https://strong.zumba.com/en-US/class_search
3- Conviértete en una inspiración: Las actividades sociales han demostrado mejorar nuestro estado de ánimo y rendimiento cerebral. ¡Promociona esta clase de STRONG30 como una actividad para amigos y/o familiares para divertirse y ponerse más saludables juntos! Especialmente con los nuevos "Finishers" tenemos nuevas formas de divertirnos en clase.
4- La consistencia es clave: Apunta a posicionar esta clase de 30 minutos la mayoría de los días de la semana para mantener los efectos que mejoran la productividad.
5- Posiciónate en el mejor mercado: Vende esta clase de 30 minutos a gimnasios u oficinas corporativas que constantemente tienen que ofrecer opciones innovadoras para mantener a sus empleados o clientes comprometidos y saludables.
En conclusión, la evidencia es clara: dedicar solo 30 minutos al ejercicio cada día puede generar mejoras significativas en la productividad, concentración y bienestar general. Al comprender la ciencia detrás de este fenómeno e implementar consejos prácticos para posicionar esta clase, puedes desbloquear tu potencial o el de tus clientes y lograr más con menos esfuerzo. Entonces, ¿qué estás esperando? ¡Ponte tus zapatillas y muévete hacia una vida más productiva y satisfactoria!